CONSIDERACIONES PARA UN DISEÑO HIGIÉNICO DE UN ELEVADOR DE CANGILONES PARA SAL

La sal común (NaCl), igual que el azúcar, es considerada cómo a un polvo neutro y se utiliza para realizar limpiezas en seco de las instalaciones y equipos diseñados higiénicamente. Su propia manipulación y tratamiento requiere de un diseño de los equipos igualmente higiénico para prevenir su posible contaminación durante estos procesos. Además, es necesario tener en cuenta también las consideraciones  propias del producto: altamente corrosivo e higroscópico.

En su diseño hay que atender a una serie de especificaciones para reducir o eliminar el riesgo de que el elevador de cangilones constituya una fuente de contaminación para este producto, tanto de forma directa como indirecta. Esto se consigue facilitando su limpieza, su inspección y mantenimiento, evitando que se genere suciedad en su diseño. 

Todos los materiales en contacto con la sal han de ser estables e inertes, en este caso al tratarse de un elevador de cangilones de banda, la selección de ésta ha de cumplir los requisitos FDA así como la goma de la polea motriz, estopadas, juntas, etc..

Las superficies en contacto en el interior del elevador también tienen que estar diseñadas y construidas de manera que permitan de forma sencilla su limpieza. Así por ejemplo, los ángulos internos y rincones han de ser amplios y redondeados y en el pie y en la cabeza del elevador es necesario incluir varios registros de tal forma que todo su interior sea accesible a un sistema de limpieza e inspección. Además, las uniones entre los distintos cuerpos del elevador se deben sellar con masilla con certificado FDA que asegura su estanqueidad e higiene. Por lo que respeta al motorreductor, se tuvo la precaución de diseñar una cubeta para recoger accidentales derrames de aceite, que se puso igualmente alimentario, así como la grasa de los diferentes rodamientos de los equipos.

SINFIMASA fabricó para una importante empresa minera dos elevadores de cangilones en acero inoxidable 316L atendiendo a los principios de diseño higiénico como elemento clave para la prevención de la contaminación. Estos elevadores de más de 31 metros de altura cada uno tienen un rendimiento de 30 toneladas.  A posteriori de su instalación, se calorifugaron para evitar la generación de condensaciones en su interior debido a las diferencias de temperatura.